Corrección postural de espalda: Cómo Mejorar
Identificar una mala postura cuando se trata de nuestra espalda es una tarea bastante complicada. En general, casi nunca somos conscientes de que necesitamos corrección postural al sentarnos, caminar o incluso conducir, y es que nuestras malas posturas las tenemos tan arraigadas que las adoptamos de manera automática sin ser conscientes de lo que esto nos puede acarrear en un futuro.
Tendemos a darnos cuenta de ello cuando comienzan los dolores típicos de una contractura o lesiones mucho más serias que pueden provocarnos dolores incómodos de sobrellevar, llegando a dejarnos secuelas que arrastraremos durante mucho tiempo, o peor, durante toda la vida.

Tipos de dolor de espalda
El dolor lumbar o lumbalgia suele aparecer, generalmente, cuando estamos mucho tiempo de pie o sentados adoptando una postura inadecuada, lo que hace que la espalda baja se sobrecargue más de lo normal. Esta situación puede generarnos desde un desgaste de las articulaciones, del disco o de las vértebras a, incluso, una hernia discal.
El dolor de cuello y la parte posterior de los hombros puede sobrevenirnos cuando tenemos que estar mirando al frente durante mucho tiempo, por ejemplo al conducir o al trabajar delante de un ordenador. Puede provocar dolorosas contracturas y dolores de cabeza asociados que no se pasarán hasta que estas desaparezcan. Mantener una buena postura corporal nos puede generar beneficios no solo físicos, sino también psicológicos y emocionales.
La importancia de la reeducación postural
Para empezar, una buena postura nos puede proporcionar mucha más energía, puesto que se reduce el desgaste anormal de las articulaciones, reduciendo la tensión, y ayudando a prevenir lesiones. Así, la corrección postural nos proporciona mayor movilidad permitiendo que los músculos trabajen de una forma más eficiente, lo que a la larga se proyectará también en nuestro peso corporal.
Emocionalmente, nos ayuda a prevenir el estrés y nos genera más confianza al favorecer nuestras capacidades físicas.
Cómo favorecer la corrección postural
La reeducación postural puede ahorrarnos un montón de problemas y dolores incómodos. Además, hay que tener en cuenta que el riesgo de lesiones aumenta significativamente si no corregimos a tiempo.
Para detectar qué tipo de posiciones mantenemos, lo más adecuado es mirarnos delante de un espejo, tanto de frente como de lateral, y fijarnos si nuestra espalda forma una línea recta, adoptando una postura natural. Si no es así, existen ciertos ejercicios de corrección de espalda que podemos practicar.
Prácticas como la natación, el pilates o el yoga nos ayudarán a ganar masa muscular en la espalda y a corregir de manera natural las malas posturas que adoptamos en el día a día. Pero si la falta de tiempo te impide llevar a cabo este tipo de deportes, hay algunos ejercicios de corrección postural que puedes hacer en casa invirtiendo pocos minutos.
- Ponernos de pie con la espalda recta y levantar los brazos por encima de la cabeza a la vez que levantamos los talones. Al ser un ejercicio de equilibrio nos obligará a mantener la espalda recta sin darnos cuenta.
- Ponernos de rodillas con las palmas de las manos en la nuca y los codos hacia adelante y el torso inclinado hacia adelante. Hemos de llevar tanto codos como cabeza hacia atrás enderezando la espalda y regresar a la posición inicial.
Además, una espaldillera para la corrección postural nos ayudará sin darnos cuenta y de manera gradual a corregir la posición de la espalda con el fin de prevenir lesiones, contracturas y desgastes anormales de las articulaciones.
Poco a poco, las espaldilleras pueden ayudar en la reeducación postural de deportistas, oficinistas, conductores y amas de casa, nadie se libra de una postura inadecuada, por ello, están pensadas para todo tipo de personas de diferentes edades.
Casi todas las personas sufren dolores de espalda alguna vez en su vida, muchas de ellas de forma crónica. La reeducación postural cobra especial importancia en situaciones en las que el trabajo nos obliga a mantener posturas incómodas durante largos períodos de tiempo. La fatiga puede hacer que acabemos adoptando posiciones perjudiciales para nuestra salud física y que, a la larga, nos afecte emocionalmente; por eso, es necesario aprender ejercicios de corrección postural o recurrir a espaldilleras que nos ayuden a colocarnos de una forma más natural.
Esperamos que te haya resultado útil.
Si tienes alguna pregunta no dudes en comentar el artículo o ponerte en contacto con nosotros.
Si buscas productos para problemas de espalda, tal vez te interese…
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.